FOTOGRAFIA 1.0 (1995-1999)
Hemos querido separar el término fotografía 1.0 de la fotografía 2.0 y de la fotografía 3.0 para diferenciar la era pre-digital de la era digital, y de la post-digital.
Hasta hace solo 10 años, la fotografía era territorio casi exclusivo del profesional o aficionado avanzado (miembro de clubs, agrupaciones y asociaciones).
En esta época y en el ámbito profesional, cada uno de los días y después de una jornada de intenso trabajo con la luz, la puesta en escena y los detalles, introducías tus valiosas placas o rollos en un sobrecito y hasta las 3 de la mañana tenías de plazo para echarlo por la rendija del buzón del laboratorio, hecho esto, por la mañana a primera hora, regresabas al laboratorio para ver las imágenes, elegir la mejor exposición o toma, enmarcarla manualmente y de ahí visitar al cliente, maletín de luz en mano, y esperar un “me gusta” o un “si pero…” en este último caso volvías al estudio y si era posible después de quitarle el polvo de horas a la escena, y con el cambio demandado, disparabas de nuevo y comenzaba el proceso, (laboratorio-laboratorio-cliente). En determinados casos el trabajo requería empezar desde el principio (Productos perecederos).
Este proceso se llevaba por delante altos costes de película, de los mágicos polaroids y del revelado, además llevaba implícita la incertidumbre del resultado (cosquilleo que hoy en día ha desaparecido).
Cuando trabajabas con personas, donde la sesión era irrepetible, resultaba difícil incluso dormir hasta ver el resultado. (estaba en juego el coste de modelo, maquillador, peluquero, la agencia, el cliente, etc.).
Poco antes de la llegada de la vida digital, empezamos a revelar nuestras propias placas y rollos (inversión en maquinaria, manejo de productos químicos y hora y media por revelado), te permitía ver los resultados mucho antes a cambio de alargar en unas horas las jornadas de trabajo.
Al mismo tiempo llegaron los ordenadores y escaners, con los que digitalizábamos y empezábamos con la magia del retoque.
Eran tiempos de indefinición, el comienzo de internet y en muchos casos miedo al cambio que se avecinaba y sin darnos cuenta comenzábamos a dejar atrás para siempre esos tiempos de instantes con magia, de extenuante trabajo en la toma, el gusanillo de la incertidumbre y de visitar book en mano a posibles nuevos clientes.